Sus vacaciones se terminaban ese día, así que se decidió a caminar por la playa de la reserva que no había visitado, tal vez, porque se veía un poco solitaria y golpeada por la temporada de huracanes del Caribe, un poco melancólica, como son los paisajes tropicales si se los mira detenidamente. Dos monos carablanca aparecieron y empezaron a andar con él. Cruzaban desde lo denso de los árboles a las palmeras de la primera línea, se animaban a pasearse sobre la arena desnuda, hasta casi tocar el agua. Le pasaban muy cerca, por delante y por detrás, como jugando o haciendo una coreografía. Siguieron así por la playa vacía hasta quién sabe donde. Esperaban comida de turista.
Temporada cero
Temporada cero
Temporada cero
Sus vacaciones se terminaban ese día, así que se decidió a caminar por la playa de la reserva que no había visitado, tal vez, porque se veía un poco solitaria y golpeada por la temporada de huracanes del Caribe, un poco melancólica, como son los paisajes tropicales si se los mira detenidamente. Dos monos carablanca aparecieron y empezaron a andar con él. Cruzaban desde lo denso de los árboles a las palmeras de la primera línea, se animaban a pasearse sobre la arena desnuda, hasta casi tocar el agua. Le pasaban muy cerca, por delante y por detrás, como jugando o haciendo una coreografía. Siguieron así por la playa vacía hasta quién sabe donde. Esperaban comida de turista.